Cuando todos tus espejos lloren al mismo tiempo
y lo indecible de ti
pretenda proclamarse despoblado de estrellas
Cuando te descubras esparciendo cristales de seda
al roce de un aire que tampoco desea originarse
Cuando los ductos de ventilación no te sirvan para nada
y el solo asomo de la mañana
te haga doler el ombligo y las articulaciones
Cuando estés segura de haber vivido
todos los destierros y todos los retornos
y no quieras ser nombrada
vista tocada invocada:
no le hables a las sillas
no enumeres las grietas de tus sábanas
no te turbes con la llovizna
no te vayas en pocas lágrimas
Permite que tu corazón escriba:
¡Este es mi naufragio!
¡Este es mi sosiego!
Confía en mí
soy más viejo
soy más loco:
no negocies
no desistas
no disimules
No te dejes atrapar
por nada
por nadie
ni siquiera por ti misma