16 noviembre, 2015

PERVERSIONES





Desde la primera vez
que la vi
luchando a cabezazos
por saciar
su sed de luz
sin quejarse
de quemaduras y derrotas
ni fijarse en detalles menores 
como el dolor y la muerte
todas mis antiguas perversiones 
pasaron a ser
automáticamente
cosa del pasado

Menos mal 
que la polillofilia
no se considera
delito
pecado
ni enfermedad mental
aún