Dos sorbos de amanecer
Él extravió los remos
A ella le aterra volar
Él nunca aprendió a nadar
Y en el agua de sus ojos
un cisne negro
perfumado de olvido
que en silencio y de noche
bebe el calostro de las estrellas más madres
les ofrece canjear
vértebras por plumas
cicatrices por alas
Y en la bruma se van se van
remando con sus alas
volando con sus remos