10 julio, 2018
EL ALACRÁN
Si todos los poetas se han puesto de acuerdo
y la lágrima ajena ya no arde en la mejilla igual que la propia
quién va a dar la cara por los verbos que nadie conjuga
por los adjetivos que sostienen la demencia del amor
y dejan ciego a quien osa malversarlos
Quién cuidará de las palabras que un día nos confiaron nuestros muertos
esos que nunca se preocuparon de medir la distancia entre la realidad y la utopía
ni de pedir descuentos al precio de soñar
Si todos los poetas hacen fila en la puerta del ascensor
y una vez adentro no se atreven a pulsar el botón de alarma
Quién escribirá versos en los libros de reclamos
Quién cantará a "los pobres del campo y la ciudad"
a los que se quedan sin salario el mismo día en que les pagan
Si todos los poetas quieren retratarse en la puerta de un bar
y publicar un libro con tapas a cuatro colores
quién escribirá para los que todavía deambulan por el mundo
con un llavero en el bolsillo
los que nacen marcados con un signo menos en la frente
Quién lo hará para quienes llegan desnudos y asustados a tierra extraña
Quién por los viejos
pasando el mes con menos de lo que algunos gastan en una buena cena
Quién lo hará por los niños, los locos, los invisibles
los frágiles de cuerpo y alma
Si a todos los poetas les da por oficiar de malabaristas
y tan preocupados de parecer ingeniosos
ya ni se les ocurre plantarse firmes en la posición de retaguardia
entonces habrá que instalar en cada verso
una sucursal de la impaciencia
Si todos los poetas están conformes
y la corbata les sienta en el cuello mejor que la soga
yo prefiero que mis poemas no se llamen poemas
sino alaridos, blasfemias, maldiciones
y seguir siendo un alacrán de la palabra
un francotirador con mala puntería y buena memoria
antes que escribir una poesía que de tan incolora
no sea más que una planta que se riega pero sólo decora
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